Una tarde caliente inesperada

Todo iba bien sin pensamientos calientes en mi mente (aun).

Ahí estaba yo, en mi cama recibiendo un rico masaje en la espalda con aceite caliente por sus manos, hasta ahí todo bien, tranquila sin pensamientos calientes en mi mente (aún), se recostó a mi lado y mi ruina llego cuando toco mis senos descubiertos , me excite de inmediato hacia lo que podía para resistir pero sus manos los son todo, el jugueteo, mordidas sugerentes y agresivas en los labios, un par de miradas de esas que electrizan el cuerpo y un largo, húmedo, caliente y erótico , me moje de inmed...