Ser como ellas

Marta siente una envidia enorme por Silvia y Lorena, sus nuevas compañeras de trabajo. Son guapas, elegantes, buenas en el trabajo… perfectas. Pero durante un viaje organizado por la empresa descubrirá que bajo esa apariencia de “diosas” se esconden dos zorras de cuidado.

Marta odiaba su trabajo en la inmobiliaria pero, sobre todo, odiaba a sus nuevas compañeras. Antes de encontrar ese trabajo se consideraba una chica normal, sin complejos por su físico o su forma de ser. Sin embargo, en los tres meses que llevaba trabajando en "Inmoseda" había desarrollado una envidia insana y un odio soterrado hacia sus dos compañeras, Silvia y Lorena.

La estructura orgánica en su oficina era muy sencilla. Carmen, una mujer de unos 40 años, casada y con dos hijos, era la gerente...

Vino y rusas

Un comercial de vinos español marcha a Rusia en viaje de negocios. Allí acabará haciendo amigos en la mafia y participando en sus fiestas y orgías.

Entrar en el despacho de Casas con malos números es muy jodido. Te aprieta la corbata, te desaparece la saliva de la boca, empiezas a sudar. Esta vez ni siquiera me pide que me siente y me espeta:

Tus ventas de este mes son una porquería. ¿Qué te ha pasado?

Para salir del paso le cuento lo de mi novia. Que hemos cortado después de cuatro años, que todavía lo llevo un poco mal. Casas me sonríe.

¿Cuántos años tienes, chaval?

Veintiocho, jefe.

Tranquilo. Eres joven y h...

Noxevieja ardiente

En una fiesta de Nochevieja puede pasar de todo... incluso que unas treintañeras borrachas perviertan a un jovencito virgen.

Rodrigo siempre había sido un niño raro, arisco, introvertido, acomplejado; pero todo esto se acentuó al morir su madre cuando él tenía sólo 12 años. El pobre se refugió en su mundo interior, y a partir de entonces sólo se relacionaba con los chicos de su barrio para jugar a fútbol sala, su pasión; a pesar de ser bajito y débil, jugaba muy bien. En el colegio no tenía amigos, pero era respetado, por lástima.

Sin embargo, al llegar a la adolescencia la naturaleza obró el cambio, y Rodrigo creció...

Gerard y las gemelas

¿Qué harías tú si a una cita con tu novia acude su hermana gemela en lugar de ella? Gerard nos cuenta su experiencia.

Me llamo Gerard, y la historia que voy a contar ocurrió cuando tenía 23 años. Aquel invierno solía salir bastante de marcha (y beber bastante también) y una noche con un par de copas de más me enrollé con Mónica, una amiga de unos amigos. Me dio su número de teléfono y a partir de entonces, casi por inercia, iniciamos una relación.

Todo el mundo coincidía en que hacíamos buena pareja. Yo soy rubio, ojos marrones, más bien bajito (1,68), cuerpo fibroso. Llevo el pelo peinado con cresta y luzco un...

Cintia quiere dejar de ser buena (2)

En este episodio Cintia deja definitivamente de ser buena, y de ser virgen también. Además nos cuenta la venganza de Vanessa.

Después de lo ocurrido el sábado (véase "Cintia quiere dejar de ser buena") pasé toda la semana en un estado de euforia y excitación.

El domingo lo pasé en casa de Silvia: le conté que me había enrollado con el chico tan guapo de las gafas, pero nada más: nada de lo ocurrido en el callejón, nada de lo de Vane y, por supuesto, nada de mi rollo-bollo con Patricia. Tampoco le di el tanga que me había prestado: me lo lleve a casa para lavarlo, y al final "olvidé" devolvérselo.

El lunes y el mar...

Cintia quiere dejar de ser buena

Cintia es una chica de 18 años que está cansada de ser virgen y de que sus amigas Vanessa y Patricia se lleven todos los chicos. En este relato nos cuenta su primera experiencia sexual.

Aquella mañana de sábado me levanté bastante deprimida. Era día 16. Lo que quería decir que cumplía 18 años y 5 meses. Y todavía era virgen. Al cumplir los 18 me había prometido a mi misma que esto iba a cambiar: iba a cuidarme más, iba a vestir más sexy, y sobre todo iba a ser más abierta con los chicos. Como lo eran mis amigas Patricia y Vanessa, a las que, cuando no estaban, tratábamos de zorrillas para arriba, pero que al fin y al cabo eran las que se llevaban a los tíos mientras nosotras acabábam...

Las amigas de Miguel

Miguel va todas las noches a visitar a unas amigas suyas que están bastante buenas. Unas cervezas y una conversación intrascendente desatarán las pasiones ocultas y acabará follando con las tres.

Como otras noches, Miguel se pasó después de cenar a hacer una visita a sus amigas de la Universidad. Eran tres y compartían un piso de estudiantes, y la verdad es que estaban muy buenas. La mayor era María, con 23 años. No era excesivamente guapa pero tenía mucho morbo, con sus ojos negros y su sonrisa pícara en los labios. Tal vez la sobraba algún kilillo, pero los tenía muy bien puestos, en sus descomunales pechos y sus rotundas caderas de mujer. Por los demás iba siempre muy maquillada y perfumada...

Seis chicas aburridas

Dos camareros que trabajan en una urbanización playera conocen por casualidad a un grupo de estudiantes de psicología aburridas. Ellos se encargarán de divertirlas.

Aquel verano trabajaba de camarero en un restaurante al lado de la playa, en un pueblo turístico del Mediterráneo. Era ya mediados de septiembre y había menos trabajo, por lo que me sorprendió que una mañana a mediodía se sentara en la terraza un grupo de tías buenas. La mayoría de los clientes eran parejas y jubilados, por lo que me quedé encandilado ante aquel despliegue de bikinis, pareos y cuerpos perfectos tostados por el sol. Me llamaron especialmente la atención dos chicas: una preciosidad de o...