Fui su presa en la cacería (6: El viejo me hizo..)

Si recuerdan, aquella mañana muy larga, hice el intento de que Samuel no quisiera desprenderse de mí con un con aquel polvo de putita novatita pero astuta. Aunque mi propia lujuria hiciera que yo misma arremetiera en una galopada frenética a la vez que aullaba su nombre “Samuel, papito mi amor” y le besaba la frente, la boca, el cuello, con sus dos manos ásperas y fuertes agarrando mis nalguitas con fuerza ayudando a mi sube y baja, coincidiendo en una corrida espectacular

Fui su presa en la cacería VI. El viejo me hizo puta

Autor: Noelia

Si recuerdan, aquella mañana muy larga, hice el intento de que Samuel no quisiera desprenderse de mí con un con aquel polvo de putita novatita pero astuta. Aunque mi propia lujuria hiciera que yo misma arremetiera en una galopada frenética a la vez que aullaba su nombre "Samuel, papito mi amor" y le besaba la frente, la boca, el cuello, con sus dos manos ásperas y fuertes agarrando mis nalguitas con fuerza ayudando a mi sube...

Fui su presa en la cacería (5: Probada por otr..)

Me aprisionaba la cabeza y vociferaba exigiendo que siguiera que se la mamara con ganas, con hambre, cosa que no dejé de hacer hasta que me llenó de leche la boca y se puso tierno, ofreciéndose a volver a acabar la faena probando mi esfínter con su lengua y su pene. En eso estaba, yo todavía lamiendo restos en el glande de Tito, cuando apareció un segundo desconocido, que decía cosas en un idioma raro, como alemán. Discutieron, Tito bajó de aquella cabina que ya olía a sexo, sudor, encierro. El pedazo de vikingo aquel que se quedó, ya venía con su rabo duro, enorme, rosado, brillante, con unas gotitas

Fui su presa en la cacería V. Probada por otros transportistas

Por Noelia

Tragué todo el semen de Samuel, como lo había hecho con el de Roberto aquella primera mañana de Noelia, en la cabaña. Incluso me relamí lo que caía por la comisura de la boca. Me abracé a él mientras le limpiaba con un pañuelo y le pedía que me llevara a desayunar. Se negó aduciendo que era peligroso, que me andaban buscando y no quería que lo acusaran de varios delitos. Que me traería lo que quisiera. Yo quería lucir...

Fui su presa en la cacería (4: Noelia y el...)

Yo, Noelia apenas tenía unos días de existir y en medio de un éxtasis incomprensible de lujuria podía ser consciente de su situación. Roberto no acabó en mi boca. Lo hizo bañándome en semen la espalda. Y el chico, poseído por el desenfreno hizo lo mismo por segunda vez. “toma leche maricona, nenaza, toma, traga”, chilló cuando soltó el chorro. El que aún me metía y sacaba salvajemente acabó dándome golpes brutales en las nalgas y los riñones y babeándome. No se cansaron.

Fui su presa en la cacería 1V. Noelia y el transportista

Por Noelia

Como hace tanto tiempo se publicaron las tres primeras partes les recordaré un poco. A los 15 años fui desflorada por un hombre mayor que me llevó a una cabaña de cazador, tras tres días idílicos en los que fui descubriendo mi femineidad, mi iniciador me ofreció a tres hombres desconocidos. Acabó la parte III en que cuatro hombres me usaron, me insultaban, me humillaban. Yo, Noelia apenas tenía unos días de existi...