El que persevera...
Cuánto batallé para que mi compañerita se pusiera esa minifalda negra... ¿o que se la quitara?
Mariana y yo trabajamos en distintas ciudades para la misma empresa. A menudo coincidimos en el messenger bajo cualquier pretexto, mío o de ella, de alguna manera el platicarnos cosas fue motivo suficiente para que naciera un nexo de amistad y confianza. A veces tratamos por teléfono también, y la dulce ternura y desatada sensualidad de su voz me atrapa totalmente.
Cierto día:
Hola Víctor, cómo estás... mañana va a venir el contador y no me avisaste.
Hola, sí, hoy me enteré en la m...