Pillados por Ruth
Tercera entrega de mis aventuras con mi mujer en la que somos pillados por la protagonista de otros de mis relatos.
Carmela iba muy pasada de rosca. Quedábamos pocos en la fiesta y le patinaba tanto la lengua que casi no se podía entender lo que farfullaba. Le pregunté a Ruth, la anfitriona, si podíamos quedarnos a dormir y me indicó que fuéramos a la habitación de arriba de su casa.
Mientras me llevaba a Carmela cómo podía, Ruth me dijo algo que no entendí. Previo paso por el baño, intenté desnudarla para meterla en cama, pero ella quería seguir la juerga y me desnudó a mí también y, antes de poder frenarla, se pu...