Dilemas

Me besó el cuello. Subió lentamente por mi mejilla. Mi nariz, y luego bajó a mis labios. Mi mente me decía que dejara eso cómo estaba y me fuera, pero mi cuerpo no pedía lo mismo. Metí mi mano entre su cabello y lo besé de la misma manera en la que él me estaba besando.

Alejandro

Era ya casi media noche. Estábamos a punto de cerrar el bar cuando un señor entró y me dieron ganas de golpearlo por desconsiderado. Me miró y comenzó a hablar sobre sus problemas con su mujer. De la manera más sutil, me dirigí a acomodar las sillas sobre las mesas y a barrer un poco. Me tocaba cerrar a mí y a Rebeca, mi amiga más cercana. Los otros ya se habían ido antes. Rebeca estaba contando el dinero en el cuarto de atrás por seguridad.

Comencé a sentirme mal por el hombre por...