Ese flechazo al verte (3)

No podría soportarlo, estar tan cerca de sus cosas, de su vida, de su cama.

¿Se puede desear tanto a una mujer? Si, doy fe. Yo lo estaba viviendo. Se puede incluso perder la razón. Se puede caer en las más inconfesables fantasías, llegar a imaginar toda clase de oportunidades. Cualquier lugar, cualquier momento puede ser el indicado. Al ver su rostro, lo retocaba a veces con los colores de la pasión, y me inquietaba mucho más la curiosidad. Anhelaba conocerla como nadie. Pretendía ver en sus palabras alguna señal, pero luego de dejarme llevar por extravagantes especulaciones, la co...

Ese flechazo al verte (2)

Permitiéndome una cercanía que de sólo imaginar erizaba mi piel, tensionaba mis músculos, me hacía arder.

Que terrible error de cálculos, que desafortunada elección hice en mi vida, empezaba ya a cuestionarme hasta mi forma de caminar. Evidentemente algo muy malo hice en mi existencia anterior, presumía yo que fui Hitler o Drakul, para que el Karma se ensañara en cobrarse de modo tan sádico mis fechorías. Debo aclarar que si hubiese leído semejante declaración en otro relato mi reacción con seguridad hubiera sido: “ ¡exagera! ” Pero había que estar ahí para ver sus ojos tan lejanos, contrastando con mis ur...

Ese flechazo al verte

Esa misma chica que conocí poco antes, se había transformado, o más precisamente, me había transformado a mí.

Luego de tanto esperar e intentar, había conseguido trabajo. Debo decir que no era nada agradable. Debe ser grandioso, como dicen algunos, que tu ocupación coincida con tu vocación. En ese caso mi trabajo sería contemplar la vida, soñar, imaginar, dejarme sorprender por las cosas más simples, pintar paisajes en mi mente, crear historias con insólitas tramas, quizás solo comprendidas por mí. Pero ¿quién pagaría por eso? Aunque nunca falta un excéntrico millonario dispuesto a invertir en las más insólitas act...