Caliente y en el punto 1
Ese hombre no solo tenía un culo delicioso, ni una verga gruesa larga y justa para mi, sino que me había regalado el mejor orgasmo que tenía en mucho mucho tiempo.
Empezaré contando cómo conocí a jean, era un sábado y yo estaba preparando un taller con unos amigos. Estaba muy ocupada, sólo noté que llego un hombre que creía haber visto una vez pero que no había tenido mayor importancia. Lo que sí noté en ese instante en que entró es que tenía el culo más rico que hubiera visto en mi vida. Así que nada disimulada me distraía un poco para sorprenderme de esa creación tan deliciosa de Dios, deseaba apretar ese culo.
Entrada más la noche empezamos a hablar y no sol...