Una historia de verano
Amor y pasión sobre la arena.
Y así, después de muchas horas, llegué al cabo, donde tú, inconsciente de ello, aguardabas a encontrarte conmigo.
Era una tarde de verano, colmada por una fresca brisa. El Sol ya empezaba a ocultarse, y un melancólico naranja marcaba ya su dominio en el cielo.
Te encontré sentada, mirando al horizonte, puede que con una fantasía que añorabas que se hiciera realidad. La sorpresa devoró tu rostro en cuanto me encontraste, y aunque no lo esperabas ni lo más mínimo, me respondiste con una deslumbran...