Nuestra noche
La excitación iba cada vez mas al deseo, un deseo incontrolable que en realidad quería que saliera, no me importaba el parentesco, ni lo cercanos que éramos quería tener sexo con mi primo.
Solo se que es algo que no pude evitar; todo empezó un verano que por desgracia, no entre a la universidad rechazaron mi solicitud, bueno; me fui a casa muy indignada y frustrada al pensar que hasta el año que venia podría volver a hacer la solicitud para entrar de nuevo, mi mama me propuso ir con una tía, que es estilista, para ayudarle y servía que aprendía un poco.
Al principio no quería de echo se me hacia una idea absurda el ir a casa de mi tía a causar molestias, pero luego me hiso razonar y me...