Me voy de finde con mi madre,por casualidades y para no perder la pasta ya adelantada,ya que mi padre le surgió trabajo a ultima hora. Al lugar donde vamos,es un pueblo pequeño con muchas visitas en verano.Lo bueno es que, era a principios y no habría tanta gente. Aun así, era un poco agobiante. Llegamos el viernes temprano,lo justo para entrar ya en el hotel. Mi sorpresa fue ver que, la cama de matrimonio no era tan grande como pensaba.

• Vamos a pasar calor, tan arrimados- dijo mi madre, risueña. Esta...