Cariño, te quiero
Al abrir la puerta de casa me di cuenta que era una mujer afortunada. La escena no podía ser más sugerente. Mi marido, vestido únicamente con un ceñido boxer de color blanco que resaltaba su bonito trasero, estaba tendiendo mi ropa, incluyendo mis prendas más íntimas. Me acerqué a él y le rodeé con mis brazos, besándole con pasión y ternura.
Al abrir la puerta de casa me di cuenta que era una mujer afortunada. La escena no podía ser más sugerente. Mi marido, vestido únicamente con un ceñido boxer de color blanco que resaltaba su bonito trasero, estaba tendiendo mi ropa, incluyendo mis prendas más íntimas. Me acerqué a él y le rodeé con mis brazos, besándole con pasión y ternura.
-Tesoro, ¿Quieres que te prepare un baño? Debes de haber tenido un día agotador en la oficina y te sentará bien relajarte. Si Quieres también puedo hacerte...