Mi vecina Candela (2: La pasión)
Cogí su mano y le chupé un dedo, que luego acerqué a mi rajita para que la tocara a su antojo. Candela me tocaba deliciosamente por debajo del short, primero introducía su dedo con profundidad, haciéndome gemir de placer, para después sacarlo y restregar mis jugos mediante movimientos circulares por mi clítoris, que iba a estallar de un momento a otro.
Mi vecina Candela. 2ª parte. El deseo.
-Lucía, no sufras, este chico no sabe querer a nadie. Lo único que le importa es lo que puede sacar de los demás, y normalmente solo espera tener sexo, como casi todos los hombres.
-Pero Candela, yo eso lo entiendo y lo respeto. No tenemos 15 años para andar con remilgos. A mi no me hubiera importado en absoluto mantener una historia puramente sexual con él. Lo que me duele es el engaño, que me haya tomado el pelo de esa forma-
-Esa es la gran di...