Mi sostén, Marcos y el Jugo de Manzana.

Caminaba deprisa con paso firme y decidido, mis tacones resonaban en la vereda y más de uno se volteaba a mirarme. Iba rápido porque estaba retrasada, él seguro me estaría ya esperando y yo no quería causarle una mala impresión. Me hubiera gustado que el sostén que llevaba ese día hubiera sido al menos un talle más grande ... tal vez así me mirarían menos o, por lo menos, podría respirar más cómoda ... de cualquier manera me incomodaban las miradas de extraños en la calle que me chistaban, silbaban o piropeaban con descaro. Quizás el maldito sostén fuera el culpable, tan apretado ... maldita sea !!! Mi andar apresurado sacudía mis lolas arriba y abajo, mi camisa blanca apenas me abrigaba y comenzaba a ponerse frío ... el tapado, hermoso, precioso que llevaba puesto no podía prenderse al frente ... no tenía botones ... por eso lo había comprado con el sudor de mi frente en la temporada pasada para mostrar mis atributos ... quizás por la misma razón me lo había puesto para ir al encuentro con él. De ser necesario habría pagado aún más por ese tapado blanco, pero para mí fortuna aquel día estuvo de oferta. De cualquier forma me hacía frío y en ese momento estar a la moda no me ayudaba.

Caminaba deprisa con paso firme y decidido, mis tacones resonaban en la vereda y más de uno se volteaba a mirarme. Iba rápido porque estaba retrasada, él seguro me estaría ya esperando y yo no quería causarle una mala impresión. Me hubiera gustado que el sostén que llevaba ese día hubiera sido al menos un talle más grande ... tal vez así me mirarían menos o, por lo menos, podría respirar más cómoda ... de cualquier manera me incomodaban las miradas de extraños en la calle que me chistaban, silbaban o pirope...