Cogiendo en la casa de la prima de Elena 3

Empezó besándome el cuello para luego pasar a darle pequeños mordiscos y lamerlo a desesperación. Todo esto me calentó y provocó que la asiera con más fuerza y redirigiera mis manos a su culo estrujándolo tan fuerte como le gusta...

Luego de una ausencia, volvemos con la tercera parte de nuestra serie. Les agraeceríamos comentar qué les pareció o enviarnos un email el cual pueden encontrar en nuestro perfil. Gracias.


Elena volvió a la sala. Nos turnamos el uso del baño (que gracias a Dios no tenía decoración de color marrón como la sala) y cuando ella volvió, me incorporé de inmediato al ver a tal monumento de mujer, mi mujer, en total naturalidad. Elena iba completamente desnuda, ilu...

Me masturbó con las fotos de Elena

Es cierto que este cuento va sobre autosatisfacción por parte mía, o sea una paja, pero creo que las imágenes mentales que me hice de Elena, y que obviamente describiré al detalle, podrían interesar a hombres y mujeres.

En mi vida, una de las cosas de las que me enorgullezco es la fortaleza de mi relación con Elena. Por supuesto esta no ha estado exenta de problemas y diferencias. Este relato está ambientado en una crisis que vivimos al cumplir el primer año de relación.

Es cierto que este cuento va sobre autosatisfacción por parte mía, o sea una paja, pero creo que las imágenes mentales que me hice de Elena, y que obviamente describiré al detalle, podrían interesar a hombres y mujeres. Mi chica me dio su aprobación...

Doble perspectiva 1

Elena y yo nos encontrábamos revisando el historial de nuestras conversaciones en Facebook. La noche empezó con nostalgia, pero derivó en morbo. Aquí una conversación que tuvimos no hace mucho.

Elena y yo nos encontrábamos revisando el historial de nuestras conversaciones en Facebook. La noche empezó con nostalgia, pero derivó en morbo. Aquí una conversación que tuvimos no hace mucho.

N: Ver tu culito redondito me provoca muchas cosas. Te las contaría, pero…

E: Y yo quisiera que me cuentes cada bello erizado que tengo en mi cuerpo cuando me escribes cosas como estas.

N: Eso se puede arreglar.

E: ¿Cómo?

N: Pues primero tendría que tenerte junto a mí. Luego te miraría y...

Cogiendo en la casa de la prima de Elena 2

Tras planificar todo y acordar hacer lo que íbamos a hacer, al fin se daba. ¿Quieren saber que más pasaría tras nuestro encuentro?... Sigue leyéndonos.

Finalmente llegó el día y aunque no fue precisamente el mismo día del viaje de la prima de Elena, las ansias de satisfacer nuestro morbo bullían al máximo. Esperar un solo día más era imposible. Ambos hubiéramos terminado por masturbarnos y ninguno quería eso.

Pasaron tres días desde que ella había partido. Era sábado en la tarde y Elena había hecho sus deberes muy bien y ya tenía la tarde libre para “salir a pasear”. Mi trabajo consistió en tener preparada una historia por si la madre de Elena nos pe...

Cogiendo en la casa de la prima de Elena 1

Puse a Elena boca abajo y pude ver la exquisita redondez de sus nalgas. Las separé y con mi lengua fui humedeciendo el contorno de su agujero anal. No me olvidé de su vagina, metí dos dedos en su húmeda concha y la penetraba con fuerza y rapidez.

Esta historia sucedió cuando Elena y yo apenas teníamos catorce meses de relación.

Elena siempre ha sido una chica responsable, inteligente y comprometida, además de tener otras cualidades más que hicieron me enamorase de ella. En ese entonces aún no vivíamos juntos. Elena vivía con su madre y yo con los míos en casas familiares. En esas fechas, la única que habitaba el primer piso de la casa donde vivía Elena (ella vivía en el segundo), era su prima. Los padres y hermanos de esta habían viajado por n...

Una travesura entre amigos

Tomé a Elena, la besé con pasión y lujuria, casi me comía su boca. Le acaricié los senos asegurándome de hacerlo cuando ellos me estén viendo y la tomé de la mano y, sin ambos decirnos nada, nos dirigimos al cuarto más cercano. La dueña de casa, no puso objeción alguna.

Me llevé la copa de vino a los labios y al terminar el trago entré en la cuenta del giro que había tomado la conversación, hablaban de sexo.

Después de pasarnos las dos últimas horas hablando de Juego de Tronos y de por qué Los Vengadores 2 era más de lo mismo me di cuenta que “sexo”, “porno” y “follar” eran las palabras que más pronunciábamos. Era la primera vez que hablábamos tan abiertamente del tema. Al menos todos, porque sé por Elena que las mujeres comparten sus anécdotas sexuales, antiguas y a...

Magia en un oral

Él comenzó besarme, a tocar mis pechos, sus caricias fueron incrementando llevando mi cariño hasta el infinito, eran de esas caricias que solo dicen "Te amo", no de las que significan "Tengo ganas de follarte ahora mismo".

Estábamos abrazados, entre las sabanas y colchas, ya hacía frío, pero la habitación de hotel estaba temperada, por el calor que le provocábamos, ya habíamos tenido un polvo, estábamos haciendo una pausa digna. Él comenzó besarme, a tocar mis pechos, sus caricias fueron incrementando llevando mi cariño hasta el infinito, eran de esas caricias que solo dicen "Te amo", no de las que significan "Tengo ganas de follarte ahora mismo", fue tocando mis caderas (él sabe que me aloca eso), mis piernas se tensaron evi...

Elena se masturba

Ver a Elena masturbarse es excitante. Pero incentivarla y guiarla desde la distancia mientras se toca es simplemente la gloria. Es uno de nuestros ejercicios favoritos. Lo hacemos cuando sea. Mientras trabajamos, mientras cada uno sale con sus amistades, mientras estamos en el banco o en el carro.

Andaba aburrido. La tarde pasaba lenta en el trabajo. Quería llegar a casa y verme con Elena. Abrazarla, besarla, desnudarla.

Pero faltan 3 horas para salir y, maldita sea, el reloj andaba lento. Escribí un whastapp a Elena. A esa hora de la tarde debía seguir en casa pues sus vacaciones terminaban en 4 días y se pasaba el día mirando películas o series en Netflix.

  • Hola amor, que lástima que estás aburrido.
  • Las horas pasan lento, amor, quiero salir de aquí pero ya.
  • Espera, te ayudaré.

No...

Presenciando la aventura lésbica de Elena

Ambas se yerguen, están de rodillas en la cama, ninguna me mira. Yo sigo sentado en una silla en el rincón de la habitación, con una erección tan grande debajo de mi pantalón. Elena termina por quitarle la blusa y, sin problemas, también el brasier. Le desabrocha el pantalón y le baja el cierre...

Pagamos por la habitación. Treinta minutos después recibo una llamada diciéndome que ya estaba adentro y pidiéndome el número de la habitación.

-          308 – le digo.

Elena, echada en la cama, vestida, ansiosa, nerviosa. Se acerca y me da un beso en los labios, me abraza, se reclina en mi pecho y me dice:

-          Gracias por permitirme esto.

Solo le abrazo fuerte, le beso la frente y la reconforto diciendo que todo estará bien y que siempre podrá detenerse.

Pero yo sé que...