Mi mejor amiga se convirtió en mi mejor amante

Nos vestimos, nos tumbamos y reímos mientras nos mirábamos. No me arrepiento de aquella noche, porque he descubierto en mi mejor amiga la mejor amante que podría desear...

Era una cálida noche de verano, yo y mi mejor amiga Elisa habíamos decidido salir de marcha solas, sin nuestro habitual grupo de amigos ni posibles ligues. Iba a ser una noche de chicas para recuperar nuestra intimidad y que, sin esperármelo, acabó siendo una de las noches más pasionales de mi vida.

Me arreglé con un vestido corto y veraniego y quedamos en la plaza donde solíamos hacerlo, donde en uno de sus restaurantes cenamos juntas. Nos pedimos una ensalada para las dos y unas tapas de salmón ahum...