Aprendiendo a suplicar
Abro la puerta de la habitación sabiendo que me tiene algo preparado, aunque no puedo llegar a imaginar en este momento lo que realmente me espera...
Abro la puerta de la habitación sabiendo que me tiene algo preparado, aunque no puedo llegar a imaginar en este momento lo que realmente me espera.
Que maravilla, no puedo evitar decir eso en voz alta al abrir la puerta de la habitación del hotel. Estoy encantada , sé que me tiene algo preparado para hoy y no es la primera vez que me sorprende con una visita a un hotel pero desde luego no estoy acostumbrada a esto.
Aire acondicionado a la temperatura ideal , baño amplio con un gran jacuzzi...