A los pies de dos amigas de mi suegra 2.
Una de mis nuevas Amas me ha dado una orden muy clara, ir a su habitación cuando se duerma mi novia.
El resto de la tarde pasó con normalidad para todos los presentes, salvo para mi, que no me quitaba de la cabeza lo que había ocurrido y lo que iba a ocurrir.
Por la noche, cuando mi novia se durmiera, tenía que ir a la habitación de Ana, mi nueva ama, mi Diosa. Me confundía su orden, pues ella compartía habitación con Fernando, su marido, y rezaba a todos los dioses alguna vez imaginados por cualquier ser humano, perteneciente a cualquier religión, que no supiera nada de lo ocurrido. No creo que le h...