Las casualidades, parte IV
Un fin de semana muy especial por tierras catalanas, y el principio de muchas cosas.
Esa semana fue bastante tranquila, a mi vuelta a mi casa, en el trabajo, incluso con Miriam.
Me gusto tener la sensación que aquel tema no se nos iba de madre, y que realmente los dos lo llevaramos como lo que era: un rollo de juegos sexuales y punto.
Para ser sincero, además, mejor así, os aseguro que Miriam es una mujer de la que cualquiera se podría encoñar hasta las trancas, y la verdad es que siento que estoy en una de las mejores etapas de mi vida...soltero, follando mucho (bueno, dejémosl...