El vestuario
Como pasar un verano en la ciudad...
El dia de piscina llegaba a su fin. hacia ya dos horas que la marea de gente que invadia diariamente las piscinas municipales, habia empezado a migrar ordenandamente hacia sus casas. Faltaban escasos minutos para los ocho de la tarde y era mi momento favorito. El sol ya no freia la piel, solo la acariciaba, e incluso una suave brisilla se comenzaba a levantar. Era en esos momentos cuando se me olvidaba que este había sido el cuarto verano consecutivo que me quedaba en la ciudad, sin vacaciones. Solía...