Después de dejar a sus padres en el aeropuerto y despedirlos, nos fuimos directamente a casa.

Juan estaba tenso, puede que intentara que ella no lo notara, pero no era algo fácil de disimular.

Cuando llegaron a casa, Juan se fue directamente a su habitación.

Nuria se preparó un sándwich, se puso unos shorts y se fue a ver un rato la tv. Se estaba quedando dormida cuando oyó como Juan, bajaba los peldaños de la escalera y se sentaba a su lado, exhalando un largo suspiro.

• Niña yo…...

Ahí estabas tu. Otra vez, como cada dia, trayendo el desayuno a nuestra casa y hablando animadamente con mi padre, tu mejor amigo.

Te acercastes a mi i me distes un beso en la mejilla.

• ¿Qué tal estás, niña?- preguntaste sonriéndome.
• Bien, Juan. Hoy te veo muy bien

Sonreistes i me acariciaste la mejilla, como solias hacer siempre que me veias.

Juan era un hombre muy apuesto, no era guapo pero si atractivo. Tenia un cuerpo varonil, como se podía apreciar por encima del jersei negro...