Mis experiencias de voyerismo
El temor de ser descubiertos, la satisfacción de vencer las dificultades y la excitación producida por la belleza de las mujeres y los rítmicos movimientos del varón, todo ello constituye el incomparable placer del voyerismo, actividad sexual a la que mi pareja y yo nunca renunciaremos.
Aún después de muchos años de mirar mujeres desnudas o parejas haciendo el amor, aún siento la misma emoción --mezcla de temor, esperanza y gozo-- de las primeras veces que tuve la suerte de poder hacerlo.
El temor a las consecuencias si uno es sorprendido, la satisfacción por estar venciendo las dificultades para lograrlo y la misma excitación producida por la belleza, los gemidos de las mujeres y los rítmicos movimientos de quien las posee, forman parte de este incomparable placer que es el vo...