Ricitos platónicos 02

Sugirió que Marco se quedase a ver la peli conmigo para así no estar sola en casa, a lo que busqué al hombre con la mirada sin saber si era muy buena idea. Con todo lo que había pasado la tarde anterior...

Me había costado horrores conciliar el sueño aquella noche. Lo sucedido se repetía en mi mente una y otra vez, encendiendo mis fuegos internos y, a su vez, sumiéndome en la más infinita de las vergüenzas. Verme allí, contemplando cómo mi madre gozaba de Marco, y éste le hacía el amor conmigo delante despertó en mí un curioso morbo que, si bien no quisiera repetir, me hacía desear aún más a aquel hombre. Aquella misma tarde volveríamos a encontrarnos.

Le abrí la puerta en cuanto picó al timbre, sorpren...

Ricitos platónicos

Marco reposó su mano sobre la mía y supe que, sin lugar a dudas, había caído rendida a sus pies. ¿Cómo no intentar conseguir una noche de pasión con aquel amor platónico?

Marco reposó su mano sobre la mía y supe que, sin lugar a dudas, había caído rendida a sus pies. Él, por el contrario, parecía no sentir nada por mí.

—Pago ésto y te llevo a casa, ¿de acuerdo? —me dijo buscando al camarero con la mirada y con una cálida sonrisa en los labios, tratando de animarme con aquel halo de bondad angelical tan característico que le rodeaba. Quise perderme nuevamente en el café de sus ojos, los cuales buscaban los míos, y apenas se encontraron unos segundos antes de que yo desv...

Inocencia de agua dulce

Sergio no se había visto en otra igual. Pero allí estaba Cintia, de cara al sol, sin nada por encima de la cintura, y él la espiaba hasta que reparó en él.

Sergio no se había visto en otra igual. Frente a sus ojos observaba lo que tantas veces había imaginado pero jamás había ansiado contemplar: a su vecina Cintia, apenas en bañador, quitándose la parte superior de éste para hacer topless en la piscina de su casa de campo. Él, incrédulo, se quedó un rato observándola, y se le olvidó que había ido hasta su casa con el simple motivo de traerle unos cuantos limones de su propio campo. El chico, que por poco no había llegado todavía a alcanzar los dieciocho de eda...