Ricitos platónicos 02
Sugirió que Marco se quedase a ver la peli conmigo para así no estar sola en casa, a lo que busqué al hombre con la mirada sin saber si era muy buena idea. Con todo lo que había pasado la tarde anterior...
Me había costado horrores conciliar el sueño aquella noche. Lo sucedido se repetía en mi mente una y otra vez, encendiendo mis fuegos internos y, a su vez, sumiéndome en la más infinita de las vergüenzas. Verme allí, contemplando cómo mi madre gozaba de Marco, y éste le hacía el amor conmigo delante despertó en mí un curioso morbo que, si bien no quisiera repetir, me hacía desear aún más a aquel hombre. Aquella misma tarde volveríamos a encontrarnos.
Le abrí la puerta en cuanto picó al timbre, sorpren...