Puteando a la puta

Relato a medias entre la realidad y la ficción sobre una noche loca de verano y sus terribles consecuencias.

Ella no era la típica mujer que uno ve en la discoteca y piensa en las mil guarradas que le haría en una cama, un sofá, o en el propio suelo si hiciera falta. Era del tipo de mujer normal tirando quizá a un poco feúcha pero que sin embargo destila morbo por los cuatro costados. No muy alta con el pelo negro, gafas de pasta y aparatos vistiendo muy escotada y con un pantalón tan corto que por poco mi cinturón era más ancho.

Eran las fiestas del pueblo y a aquellas horas no había transporte público haci...

Todo por una barra de pan 4

Sybilla pasa una de las peores noches de su vida.

El terror de Sybilla fue indescriptible cuando vió a Gilbert entrar en la celda con una sonrisa nada tranquilizadora.

S: ¿Qué haces aquí, mentecato? - Le espetó retadora y orgullosa. G: Cállate, asesina, ladrona - Le respondió él acercándose aún más.

El echo de que aquél hombre, alto y fuerte, se acercase preocupó más a la mujer.

S: ¿Qué...qué quieres? - Le preguntó temblorosa cuando tropezó contra la pared. G: ¡He dicho que te calles! - Le soltó una bofetada que hizo que callara.

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Todo por una barra de pan 3

Tercera parte. Sybilla de Salvart está a punto de recibir una mala visita nocturna

Louis era el hijo del sheriff del condado. Era un mocetón alto y desgarbado de pelo largo, simpático...pero con la cara medio deformada por un incendio que había tenido suceso dos años atrás. Era un chico con un corazón de oro y un rostro horrendo que cometió la estupidez de pedir en matrimonio a la arrogante Sybilla de Salvart.

S: ¿Yo, casarme contigo? ¡jamás! ¿por quién me has tomado, monstruo? L: Pero...yo...te quiero -Se intentó defender inútilmente S: ¿Me quieres? ¡Jajajajaja! tú no puedes quer...

Todo por una barra de pan 2

Continuación del relato. La jóven Sybilla de Salvart recuerda los últimos acontecimientos.

Por extraño que pareciera, Sybilla de Salvart se sentía más a salvo en la celda que en la casa de aquél desgraciado campesino.

S: ¿Porqué me hacen ésto? ¡¿de qué se me acusa?! - Gritaba exigiendo al carcelero noticias, éste se reía con ganas. C: ¡Dad gracias a que vuestro padre tiene dinero para pagar! - Otras mujeres no lo tenían y cada día tenían que ganarse el pan no sólo con el sudor de su frente sino con su dignidad pisoteada por una panda de lascivos guardias.

Pensaba en el giro que h...

Todo por una barra de pan

Primera parte de una historia de la edad media

El Barón de la tierra Antón de Salvart lloraba de impotencia, violarían a su hija y no podría hacer nada, ¡y encima una pandilla de campesinos sin gloria ni pena!. Se arrepentía ahora amargamente de que su hija, la joven Sybilla de Salvart, se hubiese burlado del hijo del sheriff del condado hasta el punto de lograr que se suicidara, ahora su padre se vengaba de esa manera. ¿O se vengaban los campesinos? ¿o...se vengaban todos? golpeó la mesa con rabia.

A: ¡No pueden permitir que esa locura se co...

Tres son multitud (2)

Segunda y...¿última? parte del relato.

Pero Frank no sabía lo que se le vendría encima en apenas unas horas. Annie y Laura habían salido de la casa, pero no al sitio donde Annie esperaba; ella había esperado verse en un bar, una cafetería o un simple banco del parque. Pero se vió repentinamente en el salón de Laura.

Annie: ¿Qué...porqué me has traído aquí? (Estaba nerviosa, por eso aferraba con fuerza un nuevo cigarrillo) Laura: Para hablar, naturalmente (Sonrió de manera espectacular, no tenía ella esa idea precisamente) Annie: ¿Ha...

Tres son multitud

Primera parte de un relato que espero me haya salido mejor.

Annie: ¿Alguna vez llegaste a quererme de verdad? (Las lágrimas habían echo correr el carmín de los ojos dándole un aspecto de loca o de mujer amargada)

Frank: ¿Qué tonterías son esas? ¡claro que te he querido de verdad! (Contestó con un hilo de voz mientras terminaba de cerrar la maleta)

Annie: ¿Ah, sí? entonces dime, ¿porqué? (Lanzó la última pregunta en tono desafiante)

Frank: Annie...tú nunca quisiste que rompiéramos la rutina, en cambio Laura...

Annie: ¡¿Ella sí se dejaba tratar...

Pensaba que era mi amigo

Mi primer relato. Supongo que carecerá de demasiado morbo o algo, pero espero mejorar.

El relato que a continuación se disponen a leer es completamente ficticio.

Ya hacía años que le conocía, de niños jugábamos los dos y pasábamos horas juntos pero un buen día nuestros caminos se separaron sin motivo. No hablo de que dejáramos la amistad de lado, sin embargo ésta se enfrió visiblemente, sino que simplemente cada uno hizo su vida por su lado. A veces él venía a casa, pues tenía problemas de internet, con la excusa de que quería hablar, sin embargo pasaba horas delante de mi ordenador y h...