Una noche distinta
De lo acontecido en una noche en que mi ama me preparaba una sorpresa.
Sabia que esa noche era especial.
Llevaba dos meses a su servicio, ocupándome de todo. Cocinaba, limpiaba, pero sobre todo me encargaba del bienestar de mi Ama.
A cambio, yo obtenía el privilegio de servir a una auténtica Diosa, de poder lamer el polvo que se adhería a su calzado. Me otorgaba la bendición de saborear y disfrutar sus aromas, lamiendo cada centímetro de su maravilloso cuerpo siempre, claro está, siguiendo sus indicaciones. Me alimentaba de sus restos y su esencia dorada se ha...