Televisor de plasma
Continuacion de la historia anterior, pero mas pausada. aunque al final he querido terminar pronto.
Ramón le quito el camisón a María, y la tumbo encima de la mesa del salón. Le quito muy suavemente el minúsculo tanga, le acarició las caderas, arriba y abajo, muy dulcemente, le separó las piernas, acariciando sus muslos una y otra vez, se respiraba pasión femenina embriagadora, del cuerpo de María se desprendía un aroma salvaje, un aroma envolvente, pasión, autenticidad y entrega total, Ramón enloquecido introduce su pene, marcando María un ritmo lento, sensual, extremadamente caliente; sus cuerpos...