Su primer local
Me encanta incitar (II).
Después de esa noche, las provocaciones a la pareja, y mis susurros obscenos mientras disfrutábamos el uno del otro (ver: Provocando imaginación), Eva estuvo toda la semana fantaseando con situaciones. Me decía que le apetecía mucho ver como una pareja lo hacía, así que preparé nuestro siguiente encuentro. Cuando la dije que la llevaría a ver a una pareja, ella me decía que no quería que le diera detalles, que prefería la sorpresa, no quería pensarlo, no quería echarse atrás. Así lo hice, la recogí...