Compras de Reyes
Atenazas mi mano con tus piernas y mi lengua con tus dientes, y yo juego con mis dedos que te surcan libremente y alguno se pierde dentro, o dos, incluso tres... para salir de nuevo y enfrentarse a tu clítoris de nuevo. Una gran batalla, la única que no produce bajas.
"Aún quedan regalos que comprar para reyes, ¿ nos vemos ?"
Tu me lo dijiste "Me encantaría hacerlo por la tarde y en el coche. Dejaré a mi marido y a mis hijos en casa, aparcaré mi coche en un lugar tranquilo y te esperaré fumando y comiendo chicles".
Y ahora abandonas tu coche y te diriges al mio. Te observo, sales tranquila, sin mirar a los lados, sabiendo que estas muy lejos de cualquier lugar habitado por los que gobiernan tu corazón y te diriges hacia el lugar en el que gobierna tu d...