El bufón y la reina
- Te ordeno seas mi amante- espetó la reina al bufón con soberbia majestuosidad.
El bufón y la reina.
-Te ordeno seas mi amante- espetó la reina al bufón con soberbia majestuosidad.
A dicha sentencia respondió el aludido con un gesto de pavorosa agitación. ¿Cómo podría él, miserable sirviente, llevar el peso de tremenda responsabilidad? Quedose inmóvil en medio de la estancia, donde el silencio era la única respuesta posible.
-Esta noche deseo te escabullas en mi alcoba cerca de la meianoche, después de asegurarte que el rey se halle sumido en su soberano descanso-...