Esplendor en la cocina

Una pareja al borde de la separación intenta salvar su relación con un polvo en la cocina.

No habían tenido el mejor de los viajes. En realidad había sido un desastre, una travesía por el infierno aderezada con gritos y silencios a partes iguales. Una odisea capaz de terminar con una relación o de fortalecerla. Según las estadísticas, existían más probabilidades de que todo terminara con un triste y solitario “adieu”, y todo hacía pensar que aquella sería una más de aquellas parejas que terminaban con su historia en común tras unas vacaciones que no habían salido como lo esperado.

Ella limp...

Un final y un renacer

Una señora descubre que puede seguir disfrutando del sexo durante unas vacaciones en el Caribe.

Como una adolescente, tiró de su brazo a través del abarrotado salón principal del hotel hasta sacarlo a la terraza. Su objetivo no era ese pero no se resistió a girarse y hundir su lengua en la boca de su acompañante no bien se vieron libres de miradas ajenas.

Él la correspondió posando sus manos en sus caderas y atrayéndola hacia sí, echando más leña al fuego que consumía sus entrañas desde el primer momento en que le vio en aquella fiesta apenas una hora antes y que no la había abandonado desde ent...

Espartaco: semen y arena

Espartaco y sus hermanos gladiadores demostrarán al mundo romano que no solo son máquinas de matar, sino también de amar.

Espartaco, nacido libre en la Tracia, criado esclavo en la Galia, pronto demostró su fuerza y la destreza en la lucha contra otros hombres salvajes, sus iguales, sus hermanos: gladiadores. Durante años su sangre y su acero sirvieron de divertimento a la plebe romana, ciudadanos sin escrúpulos que tomaban su sudor y la mezclaban con su sangre para recubrir sus podridas conciencias y aplacar su desidia.

Tras cada combate, cada vez más complicado, cada vez más intenso, cada vez más doloroso y cada vez...

Amor a distancia

Cuando la tecnología se pone a disposición de los juegos sexuales de una pareja, pueden surgir situaciones inesperadas.

Bum, descarga. Muerde sus labios con fuerza para ahogar el gemido inesperado que le ha causado el vibrador hundido entre sus piernas. Bum, descarga. Aprieta sus muslos, se agarra a la mesa y con los ojos llorosos maldice y bendice a su amante al otro lado del aparato, que la controla a distancia sentado en su sofá a kilómetros de allí lamentando su ausencia.

Bum, descarga, y a su mente vuelven los recuerdos de la noche anterior, esposada a la cama, con los ojos vendados y un vendaval de pasión y lujuria...

Cien

Una mujer se abandona al encuentro sexual subvertiendo sus sentidos a la acción desenfrenada de aquel que la posee sin miramientos.

Tumbada sobre la cama, apenas deshecha de un destartalado hotel. No hubo tiempo para delicadezas, ni siquiera una ducha rápida. Apenas un par de besos sirvieron de preámbulo para acto seguido ser arrojada hacia el mullido colchón; la falda remangada en su cintura, su blusa entreabierta dejando al descubierto sus pechos y la ropa interior arrancada de un tirón.

Y pronto se ve con las piernas abiertas y el alma al aire, expuesta al hombre que besa sus muslos con gula mientras pellizca sus pezones con...

Un final y un renacer

Un hombre, una mujer, la noche y la pasión que los envuelve, borrachos de placer.

Como una adolescente tiró de su brazo a través del abarrotado salón principal del hotel hasta sacarlo a la terraza. Su objetivo no era ese pero no se resistió a girarse y hundir su lengua en la boca de su acompañante no bien se vieron libres de miradas ajenas.

Él la correspondió posando sus manos en sus caderas y atrayéndola hacia si, echando más leña al fuego que consumía sus entrañas desde el primer momento en que le vio en aquella fiesta apenas una hora antes y que no la había abandonado desde en...

Messenger

¿Amante o amada? Una noche en la que el placer deja de lado cualquier otro prejuicio.

Sabía que no se despertaría. El pitido monótono del arranque del ordenador retumbaba en las paredes del oscuro salón, pero había tenido la precaución de cerrar la puerta. Aun así, se había quedado saciado tras degustar su cuerpo, y el "te quiero" entre murmullos que le había susurrado al oído antes de arrebujarse en las sabanas, seria lo último que oiría de él hasta la mañana siguiente.

Su cuerpo aún no había notado la ausencia de sus labios sobre su piel y el recuerdo de sus hábiles dedos sobre...

Un deseo realizado

En el apartamento de Ilsa, Renoir logrará cumplir su sueño.

Con los codos apoyados en el suelo y sus brazos rodeando sus torneados muslos, levantó su rostro para coger aire y una vez hubo recuperado el aliento, se zambulló de nuevo entre las piernas de su amada. Entre los suaves riscos que le circundaban, se encontraba la dulce cueva que su lengua exploraba vivaz en busca de la perla del placer. Llevaba varios minutos buceando en el dulce liquido que manaba de ella, como un caudaloso río desembocando en su boca un torrente imparable que no llegaba a saciarlo d...

Armand

Una joven espera deseosa la hora de salir, para volver a casa a brazos de su amante...

Había pasado la tarde en las nubes, mirando el reloj más que a la pantalla de su ordenador, imaginando cómo seria tenerlo entre sus brazos, más que terminando el informe de contabilidad. Le era imposible trabajar sabiendo que en su casa la esperaba su largamente esperado Armand: su novio, amante, compañero de cama, amigo, todo eso y mucho más, siempre que podía viajar a la ciudad para estar con ella, lo cual por desgracia, no era muy a menudo.

Dos meses llevaba sin sentir sus recias manos sobre s...

Dentro de si

A veces el placer de unos dedos expertos, es todo lo que necesitamos...

Cuando sintió la mano experta sobre su vulva, se recostó en la cama, cerró los ojos y se dejó llevar por un placer que nació como una promesa en lo mas profundo de su mente, y que tras recorrer su espina dorsal, haciéndola arquear la espalda con su electrizante carga, desembocó en la vagina, palpitante y húmeda receptora de una avalancha imparable de caricias que la hicieron derramarse en los expertos dedos que la horadaban.

Entre intensos gemidos, se levantó, fue al baño y sonriéndose al espejo...