El profesor chiflado

Mi corazón parecía a punto de explotar, entró y cerró la puerta, durante unos instantes nos miramos a los ojos en silencio, abrí la boca para hablar pero no pude, era incapaz de articular palabra, un nudo me aprisionaba la garganta, por fin bajé la mirada hacia sus pies, y lentamente, como si poco a poco me fallaran las fuerzas, mi cuerpo se fue inclinando hasta acabar arrodillado ante Ellie. Con la cabeza gacha, los ojos clavados en sus pies, el rostro sonrojado, los brazos colgando y el corazón palpitante, firmé mi derrota absoluta ante Ellie.

EL PROFESOR CHIFLADO

(lo que no nos contaron en el relato "Platero y Ella")

Todo el mundo lo sabe ¿Quién no ha ojeado un diario cualquiera y se ha tropezado con algo que ya hace tiempo dejó de ser noticia? Cada vez es mayor el número de profesores agredidos verbal, e incluso físicamente por sus alumnos. Es algo que, a pesar de haberse convertido en algo habitual en nuestros colegios o institutos, no por ello deja de escandalizar, y sin embargo nadie es capaz de encontrar soluciones. Se...

Platero y ella

Caminando y sin mirarme, Ellie comenzó a hablarme: “¿Sabes perro? Hace muchos años, cuando era una niña, tenía otro perro como tú, un Yorkshire, era la única criatura en este mundo que me demostraba verdadero y sincero amor, cuando enfermó y se murió, sentí como si se me desgarrara el corazón y lloré durante meses. Ahora tú vas a llenar el vacío que quedó en mi alma desde ese día y sé que lo harás bien, o quizás mejor, pues no solo serás mi perro, también vas a ser mi esclavo, mi criado, mi mayordomo, mi bufón, mi cómplice, mi confidente y mi único amigo. Vas a ser lo que yo decida en cada momento pues me perteneces como me pertenecen los pensamientos que circulan en mi cabeza.”

PLATERO  Y  ELLA

Cuando a mediados de curso, Ellie entró por primera vez en la clase 1 C del Instituto Pérez Galdós, todas las miradas se posaron automáticamente en su esbelta figura, miradas las de los chicos de deseo, las de las chicas de curiosidad, y la mía de absoluta admiración. A sus 15 años, con sus espléndidas piernas, sus pechos bien formados y erguidos y su hermoso rostro, Ellie, sin pretenderlo, llamaba la atención por donde quiera que fuera, como también llamaba la atención su mirad...