Cariño, esto no es infidelidad (y 2)

Natalia lo tenía decidido, iba a acostarse con otro. ¿Eso la iba a convertir en infiel?

*Natalia quería de verdad a Jorge. Ambos con 27 años, y conociéndose de toda la vida, eran muy felices juntos. Pero con el tiempo ella sintió que necesitaba realizar un cambio en su vida. El cambio se llamaba Alberto. En una arriesgada apuesta, Natalia organizó lo que deseaba que fuese una inolvidable noche de sexo en trío. Quería comprobar que Jorge estaba dispuesto a compartirla con otro, era clave para su futuro. Empezada la sesión, el primero en ser agraciado con las habilidades sexuales de Natalia fue...

Cariño, esto no es infidelidad

Natalia lo tenía decidido, iba a acostarse con otro. ¿Eso la convertiría en infiel?

Jorge y Natalia se conocían de toda la vida. Ya de pequeños pasaban mucho tiempo juntos jugando, ideando travesuras y, sobre todo, ella chinchándole a él. A Natalia le encantaba hacer saltar a Jorge, que se enfadaba mucho, pero en cuanto ella le pedía perdón y le hacía cuatro monerías se le pasaba todo. A medida que fueron creciendo, el sentimiento de amistad y compañerismo fue convirtiéndose en algo más intenso para, finalmente, llegar a una secreta pero mutua y arrebatadora pasión. No fue hasta hace tres...

La entrega de una mujer casada

¿Hasta dónde puede llegar una esposa por su marido y sus hijos? ¿Y por ella misma?

Juan, a sus 40 años, lo tenía todo en la vida: dos pequeños a los que adoraba, una empresa exitosa, una completa vida social… Pero sobre todo tenía su esposa, a la que amaba con locura. Laura era una mujer de ensueño que a sus 34 años llamaba la atención tanto por su belleza como por el extraordinario atractivo de su cuerpo. Casados desde hacía siete años, Juan era feliz a su lado. Disfrutaba de su carácter jovial e inquieto, de sus ganas de hacer cosas, de ver cómo cuidaba a sus retoños con verdadero amor....

Las tentaciones de Alicia

Cuando una joven y atractiva esposa se convierte en el objeto de deseo de un depredador, ¿queda alguna esperanza de fidelidad para ella?

Como cada verano desde hacía seis temporadas, Alicia y David, junto con sus hijos, se disponían a disfrutar de las vacaciones estivales en un pueblo de la costa. Allí se juntaban con otras cuatro familias con las que ya llevaban tiempo pasando el verano en grupo para hacer lo de siempre: ir a la playa, chismorrear, hacer algo de deporte y salir a cenar. Lo cierto es que el matrimonio no esperaba grandes emociones del veraneo, pero aun así les gustaba y lo esperaban todo el año. En especial Alicia. Para ella...

Entre el cielo y el infierno (final)

El engaño de Marta tiene un precio muy elevado. Creo que todavía los estoy pagando. Y ella también.

-      ¿Qué ha pasado, dónde estoy? –pregunté desorientado.

-      ¡Hombre, ya has despertado! ¿Cómo se encuentra este espía aficionado? –me preguntó una voz femenina.

-     ¿Marta…?

Estaba estirado en una cama. Hice un esfuerzo por incorporarme, pero sentí que todo me daba vueltas y me dejé caer de nuevo.

-      Tranquilo, tranquilo. Estás bien, aunque un poco ido. El médico ha dicho que te quedes estirado unas horas, pero no te preocupes, estás bien.

No conseguía situarme, pe...

Entre el cielo y el infierno

Mi novia va a realizar su último trabajo como modelo. ¿Cambiarían con ello nuestras vida para siempre?

Todo empezó aquella mañana de domingo, hace seis meses. Marta preparaba su maleta, mientras yo, desde la cama en la que acabábamos de gozar  de una pasional noche de sexo, me deleitaba observándola. Era realmente preciosa. Hija de padre holandés y madre española, respondía al físico de aquellas tierras: alta, de cabello castaño claro y un cuerpo muy estilizado. Desde luego no había duda de por qué trabajaba como modelo. Recién duchada y cubierta tan solo por un pequeño tanga, se movía apresurada por la habi...

Todo por ella

La quiero más que a mi vida, me siento cada día más enamorado y estoy dispuesto a hacer lo que sea por ella

La quiero más que a mi vida, me siento cada día más enamorado y estoy dispuesto a hacer lo que sea por ella.

Me llamo Eduardo, tengo 43 años, dos más que mi mujer, Silvia. Llevamos casados 20 años y tenemos dos hijos maravillosos, ya mayorcitos, que hacen bastante su propia vida. En general han sido años de felicidad. Una felicidad tranquila, sin altibajos ni grandes problemas.

Pero las cosas han cambiado últimamente. Desde que Silvia cumplió los 40 se siente triste, ha perdido la vitalidad que...

Una decisión peligrosa (3)

Sara y su marido se aman, pero ella se obsesiona con perderlo por culpa de sus escasas habilidades en la cama. Para solucionarlo inicia un camino cuyo destino puede llevarla muy lejos, quizá demasiado. La primera noche ha sido muy dura.

NOTA: Recomiendo leer los capítulos anteriores para entender el hilo de la historia

Primero: http://www.todorelatos.com/relato/94129/

Segundo: http://www.todorelatos.com/relato/94354/

Sara estaba cercana a finalizar su primera sesión de aprendizaje de sexo avanzado. Max y Pedro se estaban encargando de ello. Había pasado por momentos de duda, de euforia, de negación… pero iba avanz...

Una decisión peligrosa (2)

Sara y su marido se aman, pero ella se obsesiona con perderlo por culpa de sus escasas habilidades en la cama. Para solucionarlo inicia un camino cuyo destino puede llevarla muy lejos, quizá demasiado. El inicio está lleno de luces y sombras.

NOTA: Recomiendo leer el primer capítulo para entender el hilo de la historia.

http://www.todorelatos.com/relato/94129/

Sara acababa de iniciar aquella noche un arriesgado viaje a un mundo de sensualidad extrema, un mundo que hasta ahora ella siempre había rechazado al considerarlo del todo opuesto a sus gustos y su moral. Lo estaba haciendo de la mano de Max, un enigmático personaje que le habían indicado como idóneo para su objetivo: dar u...

Una decisión peligrosa (1)

Sara y su marido se aman, pero ella se obsesiona con perderlo por sus escasas habilidades en la cama. Para solucionarlo iniciará un camino cuyo destino puede llevarla muy lejos, quizá demasiado.

En el reservado de la discoteca, y después de casi una hora de espera en la que el miedo y los nervios estuvieron a punto de hacerla desistir, Sara lo vio entrar. Era un hombre alto, maduro, rondaría los cuarenta y tantos años. Vestía de manera elegante y se adivinaba en él un cierto grado de distinción. Pero lo que más llamó la atención de Sara fueron sus ojos. Grandes y oscuros, tenían una mirada profunda y enigmática.

  • ¿Max? –preguntó Sara sin levantarse del sofá en el que se encontraba-.

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