Poco a poco (III)
De cómo Roberto se hizo con mi culo
Recomiendo la lectura de los dos relatos anteriores a este para comprender bien la historia.
Un par de días pasaron sin que Roberto y yo volviéramos a coincidir en la red, tiempo en el cual mi cabeza continuaba debatiéndose entre la moral forjada a través de una educación religiosa tradicional y la depravación que para mí suponía el sexo solo por el morbo y el deseo, debate que preferí aparcar cuando vi que Roberto estaba online. “¿Qué tal todo?”, me preguntó, siempre tan educado, “¿Cómo te encuentras...