El Cuarto engaño
Cada envite que recibía me hundía más en el agua.
Cada envite que recibía me hundía más en el agua. Cada empujón una puñalada en el corazón. Cada vez que recibía su polla una lágrima escurría por mis ojos y en un ahogado sollozo de diluía en el mar amargando su sabor. Las olas golpeaban mi cara que se introducía en el agua lavando mi dolor. Mi cuerpo abierto a él y mi cabeza dando vueltas como mi pelo en los remolinos de la resaca. El amor lo puede todo, el amor supera todo, el amor nos hace fuertes como la esperanza.
Pero también el amor es su...