Glory hole
Disfrutando a través del agujero de una pared.
Una noche más todo lo invade el silencio en mi habitación. Pasan los minutos, las horas...La soledad y la puta rutina aumentan cada día de forma heladora. Hoy no aguanto más: me levanto de la cama, me visto, salgo a la calle y me subo en mi coche. ¿Rumbo? Ninguno, ¡qué más da! Atravieso calles oscuras, interminables avenidas. Gente ya borracha deambula por las aceras vociferando y riendo sin control. Borrachos, sí, pero al menos parecen felices, sumidos en el asqueroso mundo del alcohol. Llego al extrarradi...