Glory hole

Disfrutando a través del agujero de una pared.

Una noche más todo lo invade el silencio en mi habitación. Pasan los minutos, las horas...La soledad y la puta rutina aumentan cada día de forma heladora. Hoy no aguanto más: me levanto de la cama, me visto, salgo a la calle y me subo en mi coche. ¿Rumbo? Ninguno, ¡qué más da! Atravieso calles oscuras, interminables avenidas. Gente ya borracha deambula por las aceras vociferando y riendo sin control. Borrachos, sí, pero al menos parecen felices, sumidos en el asqueroso mundo del alcohol. Llego al extrarradi...

Una divorciada necesitada

Un encuentro casual en la playa con una divorciada me generó mucho placer.

Normalmente dejo parte de mis vacaciones para el mes de septiembre, en concreto, para la segunda quincena. Suelo acudir a un pueblo de la costa de Cádiz y allí disfruto de quince días de playa de forma más tranquila que en la temporada alta de verano.

El pasado 14 de septiembre comenzaron mis vacaciones y llegué a esa localidad costera, donde tres días más tarde me ocurrió lo que voy a contar a continuación. Por la tarde, sobre las 16.30, fui a la playa y elegí una zona que conozco bien de otros años...

La mano sanadora de mamá

Las habilidades manuales de mi madre me alivian el dolor que sentía en mis genitales tras haber recibido un balonazo en esa zona.

En mi adolescencia siempre me alegraba cuando llegaban los sábados, no sólo porque no había clases en el colegio, sino también porque por las mañanas nos reuníamos algunos chicos del barrio para jugar un partido de fútbol en un campo de tierra de la zona. Era una explanada de albero sin porterías ni líneas trazadas de manera que improvisábamos las porterías colocando en el suelo alguna prenda o cualquier otra cosa que sirviese para delimitar desde dónde hasta dónde iba la imaginaria línea de gol. Los árbole...

Papá y los mirones

Varios mirones son testigos y partícipes del juego entre papá y yo el último día de vacaciones en una playa nudista.

Papá ha elegido hoy un lugar distinto en la playa nudista. Es nuestro último día de vacaciones y mi progenitor quiere que sea una jornada especial. El sitio está algo apartado, entre dunas y con una frondosa vegetación detrás. Hacia el frente únicamente se ve la arena dorada y el azul del mar que se funde con el del cielo como si fuera uno solo. Sin duda, mi padre ha acertado con la elección: parece una zona paradisíaca.

Es evidente que mi papá aún no se ha acostumbrado a verme desnuda después de esto...

El bus de la línea 6

Varios desconocidos hicieron realidad mi fantasía durante un trayecto en bus.

Al fin había sido capaz de reunir el valor suficiente y me encontraba en la parada del autobús de la línea 6 de la ciudad. Aquel bus era el que circulaba por el extrarradio de mi localidad y en él solían viajar, especialmente, albañiles, pintores de brocha gorda, mecánicos de talleres y empleados de fábricas, ya que el itinerario transcurría por bastantes zonas con obras de nuevos edificios y polígonos industriales. En los últimos tiempos habían salido a la luz casos de acoso a las pocas mujeres que se atre...

El mango del paraguas

En aquel autobús repleto de gente, pensé que era el mango de un paraguas lo que se deslizaba sobre mi culo, pero resultó ser otra cosa.

EL MANGO DEL PARAGUAS

El cielo gris plomizo de aquella tarde de mayo no auguraba nada bueno. Me dirigía de regreso a casa tras haber realizado en mi instituto uno de los exámenes finales del curso. Estaba agobiada, siempre me sucedía lo mismo en esa época del año en la que la larga lista de exámenes parecía no concluir nunca.

Necesitaba despejar mi mente y, al llegar a casa y saludar a mi madre, entré en mi habitación, solté la carpeta y me desnudé por completo: fuera blusa, fuera falda y fu...