Partiendo la Pana
La pana, las braguitas y todo sexo brutal en primera persona
El otoño estaba avanzado pero no obstante hacía una buena temperatura baja como correspondía pero un día soleado, Ana, como cada viernes después del trabajo tomó su bolsa de gimnasia y se dirigió a la piscina, llevaba puestos unos pantalones de pana marrón ajustaditos y una blusa rosa y debajo una camisola también rosa. Ella era alta, rubia con melena rizada y unos tiernos ojos azules que invitaban a cualquier cosa solo con dirigirte la mirada.
Alberto trabajaba en la panadería de enfrente de la pisci...