Bukkake en el trabajo
Al poco tiempo, las miradas de esos hombres se fueron clavando en mis pechos, en mis piernas, en mi cara y fueron convirtiéndose en miradas lascivas. Estaba sola con esos cabrones desnudándome con sus ojos y esa situación estaba mojándome cada vez más.
Hacía tiempo que estaba aburrida de Juan, mi pareja. Aunque el sexo era increíble con él, no podía parar de ver tíos por la calle y imaginándomelos en grupo... Me fui dando cuenta que con los años mis gustos habían cambiado. Me fijaba sobretodo en los más jóvenes, adolescentes de instituto que podrían ser mis hijos. ¡Qué fuerte decirlo, pero así eran mis fantasías sexuales! La idea de tener a unos cuantos a la vez me ponía enferma y esa idea tan descabellada empezó a surgir en mi trabajo. Cada día me imagin...