Cobrando antiguos rencores (II)

En esta segunda parte. Manuel nos cuenta cómo siguió enfiestándose con su compañero y otro integrante entra en acción.

Cobrando antiguos rencores (II)

Aquí estoy para contarles como fue que siguió mi experiencia con mi compañerito de trabajo y enemigo de toda la vida, Gonzalo.

Al otro día de la sacudida espectacular que me dio ese hombre, que durante toda mi vida estuvo escondido tras mi enemigo más feroz, llegué a la oficina muy temprano. Y allí estaba sentado en su escritorio, como no había nadie lo saludé con un beso en la mejilla y una apretada de bulto, que comenzaba a erguirse ya desde temprano. M...

Cobrando antiguos rencores (I)

Un nuevo compañero de trabajo de Manuel es un viejo enemigo de la adolescencia también. Y así se cobran antiguos rencores.

Cobrando antiguos rencores ( I )

Al principio me pareció algo desagradable, pero después me di cuenta que de eso podía sacar provecho.

Era un día como cualquier otro, yo ingresaba a mi oficina y con un café en la mano inicié mis tareas laborales. Ya compenetrado en mi computadora, mi jefe me llama por el conmutador para que vaya a su escritorio. Al llegar no estaba solo, también había un muchacho de estatura mediana, unos 1.66 metros aproximadamente, tez blanca, pelo negro, y unas facci...

Noche de sorpresas

Manuel se encuentra con varias sorpresas calientes al esperar el autobús, en una noche supuestamente tranquila.

Él estaba esperando el autobús, con su metro ochenta apoyado en la pared, aguardando a ser volteado a la primer mirada.

__ ¿Tenés hora?

__ 23:30 (respondí con total frialdad, esa es mi táctica, parecer inalcanzable.

__ Uhhhh, se me hizo muy tarde, a las 23 tenía que llegar a cenar a lo de mi novia.

__ Compromisos son compromisos, pero no creo que tarde mucho, ¿te retará si no llegás?

__ Últimamente no me estoy portando muy bien, ya sabés, joda, fiestas, mujeres. ...

Dr. Ramírez

Un macho cabrío descubre los placeres que puede dar un hombre al asistir a una consulta médica.

Esa misma mañana me percaté de que tenía un lunar extraño en mi miembro viril. Ocurrió cuando me estaba bañando, y yo soy de los hombres que no pueden empezar el día sin una buena paja matinal. Y así, en mi ducha, sentado en el suelo con el agua golpeando mi cuerpo, frotándome desesperadamente, acabé derramando mi espeso gran caudal de semen sobre mis piernas, claro que el desagüe se encargó del resto. Al limpiar al " amigo" noté la mancha que me preocupó y en ese mismo momento decidí acudir a un derm...