Desde el cielo

No puedo olvidarte y lo necesito. ¿Cómo quieres que te olvide si me compras el alma a plazos? Y esa luz de letanía se esfuma y pena y adolece mis sentidos. Yo muero por ti. Y quiero creer que es más tu muerte que la mía. Pero te quiero, y no puedo evitar quererte.

DESDE EL CIELO

A veces me siento y me acurruco en un rincón de mi habitación, sola, en la oscuridad brillante que me proporciona la llamita blanca de una vela. Huele a incienso penetrante, lavanda inglesa. Entonces pienso que la vida consiste en no olvidarse de respirar día tras día, tan fácil... Simplemente cierro los ojos y pienso en mis días grises, eso que nadie besa para colorearlos. Triste y amargada, vago entre las sombras, enamorada de la soledad y de las horas perdidas.

Una v...

Tu voz en la distancia

- Pues yo estoy en camisón. - Mmmmmmm. ¿El negro? - Sí, el nuevo. Te gusta, ¿eh? - ¿Te lo quitas por mí? - ¿Quieres que me lo quite?

TU VOZ EN LA DISTANCIA

Te echo tanto de menos... Nos vemos cada semana pero siempre es poco. Apenas puedo consolarme escuchando tu voz en la distancia a través del teléfono. Estás lejos de mí, pero te siento tan cerca como si habitaras en mi corazón. Me gusta oír cómo me dices que me amas, que me deseas y que pronto nos veremos. Con tu voz me dulcificas las tardes vacías. Aquella tarde estaba sola en casa y sonó el teléfono. Sabía que eras tú:

  • ¡Hola, cariño!

  • ¡Hola, cielo! ¿Qu...

Fiebre

Me sentía una quinceañera al lado de ese hombre maduro, de mirada penetrante. Mi sexo palpitaba cada vez más fuerte y ardía en deseos de descubrir si el suyo también.

FIEBRE

Nos conocimos hace apenas un mes. Era una noche aburrida y no podía dormir, así que salí a tomar el aire y un par de copas. Aparecí en un bar mugriento y vacío. Me acerqué a la barra y el camarero me preguntó qué quería tomar.

Ballantine’s-cola, por favor. Bien cargado.

De acuerdo, preciosa – me dijo, intentando coquetear.

Demasiado feo. Ni siquiera le sonreí. Creo que se dio cuenta de que no me interesaba. El bar era realmente patético. Las paredes estaban empapeladas...

Entre sueños

Sé cuál es tu próximo movimiento, te conozco. Quieres volverme loca. Me muerdes el cuello y te tumbas sobre mí. No puedo luchar, me tienes atrapada con tu olor.

Abro los ojos. Me ha despertado una luz, pero no es el alba ni la luna. Es la puta luz del teclado. ¡Maldita sea! Nunca me acuerdo de desenchufarlo antes de meterme en la cama porque sólo me acuerdo de ti. Te has metido dentro de mi cabeza y el perfume de tu piel encadena el recuerdo a cada neurona.

No me apetece levantarme. Miro el reloj: las cinco de la mañana. Otra madrugada rota, otra cama vacía y otra vez esta resaca. Pero es esa resaca que no se cura con zumito de naranja ni con cerveza, e...

La camarera

Yo siempre había notado que me gustaban también las chicas aunque pensé que sólo eran un estímulo. Pero al salir del baño ella me lanzó una mirada azul penetrante y me dejó hipnotizada.

¡Hola amigos!

Por fin me he decidido a relataros lo que me pasó hace dos años, poco antes de conocer a mi actual novio. Era el agosto más caluroso que yo recuerdo en Valladolid y me decidí a salir de marcha con mi amigo Alf, ya que el resto estaba de vacaciones. Tenía por entonces justo 20 años y medio.

Soy algo bajita, no llego a 1'60m. pero estoy muy bien hecha. Soy castaña y tengo los ojos casi verdes, de piel muy blanca y suave como el culito de un bebé. Tengo una cara muy linda pero lo...