Mi recatada mujer, ¡qué zorra es!
Un hombre descubre en un vagón de tren como su mujer quiere ser realmente follada mientras ella participa en un sexual juego.
Una inmensa niebla cubría el tren para hacerme pasar la noche más aburrida de la historia junto a mi remilgada mujer. El traqueteo monótono y sus ronquidos nada despreciables me impedían conciliar el sueño.
Salí al pasillo y dirigí mis pasos hacia el baño masculino. De un compartimento cercano salían murmullos sofocados. La puerta, entreabierta, me dejó ver lo que ocurría en su interior. Quedé petrificado, incapaz de moverme. Era fantástico. Ni mis mejores sueños podían comparársele.
Observé cóm...