Me gustan los aviones - Parte I
Estoy acomodada en el asiento de la ventana del avión. El asiento contiguo sigue vacío, espero que no me toque un parlanchín con ganas de conseguir mi número de teléfono...Cierro los ojos.
¡Cómo me gusta esto! El ruido de la gente subiendo alguna maleta, el personal de vuelo dando la bienvenida, el espacio reducido sin vía de escape... Empiezo a imaginar. Me desabrocho el par de botones de la americana y echo la cabeza hacia atrás.
Imagino a un triste agente de ventas de mediana edad avanzando por el pasillo buscando su lugar resignado. Hasta que encuentra su asiento y su estado de ánimo cambia por completo. Sentada al lado de la ventana, una joven ejecutiva con una camisola interior de...