Las escaleras

Nunca pensé que esto pudiese pasarme a mí. Estas cosas les pasan a los demás.

Son las ocho de la mañana. El sol ya ha salido, es de día. Llego a casa después de una noche de fiesta loca. Estoy pegajosa y el olor a alcohol y a tabaco impregna toda mi ropa y mi pelo. Me he pasado toda la noche bailando. Casi no puedo abrir la puerta de la portería de casa. Joder, le di mi número al plasta ese con el que me he enrollado. Sólo espero que no me llame. Estoy muy cansada, menos mal que tenemos ascensor. Joder, está estropeado. Tendré que subir a pata. No creo que llegué hasta casa, me...

Una ducha diferente

Hay cosas que quiero experimentar, pero no sé si es correcto o no.

Decidí que lo probaría. No puedo decir que algo no me gusta si antes no lo he probado. Además siempre he defendido que no debemos dejarnos llevar por nuestros prejuicios ni en el sexo ni en cualquier otra cosa. Así que accedí a tu proposición y practique aquello que tanto asco me daba. Pero tengo que reconocer que, como todos, alguna vez me he orinado en la ducha y he notado como la orina bajaba por entre mis muslos sin sentir ni asco ni nada.

Fue en la ducha. Antes de entrar en el lavabo cogí un...

En los establos (I)

Su prima disfrutaba sometiendola a todos sus caprichos.

Nos gustaba pasar las tardes en los establos. Teníamos un pasatiempo bastante peculiar. Nos divertíamos observando a los caballos orinar. Nos impresionaba ver como de entre sus patas traseras se desplegaba aquel enorme aparato por el que le salía la orina. A mi prima le gustaba comparar su tamaño con el de los objetos que utilizábamos como consoladores. No podíamos compararlo con el tamaño de la polla de un hombre, ya nunca habíamos visto ninguna.

Mi prima sentía más curiosidad que yo por aquel m...