Construyéndonos. I
Ahí estaba ella, un lunes pasadas las 5 de la tarde, en posición flor de loto, leyendo un libro en voz baja...
Ahí estaba ella, un lunes pasadas las 5 de la tarde, en posición flor de loto, leyendo un libro en voz baja, como si quien fue sepultado en ese lugar pudiera oírla, tal vez lo hacía, ¿quién dice que no?
A pesar de haberme convertido por casualidad en una espía de su rutina de lunes no me había atrevido a ir a ver el nombre de quien allí se encontraba bajo tierra y menos atreverme a ir a saludar ¿qué diría? ―Hola, te he estado observando y no pude contener las ganas de venir a saludarte. Cualquier...