¡No se puede marcar tanto!
Parecían unas vacaciones tranquilas pero la aparición de una señora a la que le gusta mucho marcar cambio todo...
Necesitaba relajarme, un trabajo demasiado intenso los últimos meses me había sacado de la tradicional calma que siempre había acompañado mi vida. Decidí pasar unos días en un hotel próximo a un conocido monasterio castellano. Una semana sería suficiente para desintoxicarme, o eso pensaba yo.
Nada mas llegar me impregne de la calma que rodeaba el lugar. En el hotel me dijeron que si me apresuraba podría unirme al grupo que estaba visitando el monasterio. Y hacia allí fui a toda prisa.
La v...