Mis bragas favoritas de mi esposa
Mi mujer neerlandesa me hace una paja y me encuentro en mi estudio una llave secreta. Al final, todo confluye en unas bragas.
Justo había terminado de ponerle un nombre, mentalmente, al culo de mi mujer y acababa de escribirlo en un folio con mi boli azul, cuando ella entró por la puerta. Sheva era y es una mujer de casi uno setenta, pelo largo y liso de color castaño claro, con unos grandes ojos almendrados de color miel, que resaltan mucho en su expresión aniñada, y con un halo angelical que siempre ha contrastado muchísimo con su cuerpo de infarto, lleno de curvas extremadamente sugerentes para los que somos hombres. Mi mujer e...