Entre cuatro paredes
Un hombre maduro espera lleno de deseo cada tarde a su ninfa...lleno de ansia y deseo se imagina cuanto va a suceder, y realmente sucede...
ENTRE CUATRO PAREDES.
La esperaba sentado como tantas tardes; a pesar de que había ido bastante tiempo antes, aún estaba nervioso. Sobre un viejo saco de dormir y una esterilla, que amortiguaría los roces de sus rodillas al galope, estaba yo…a mis casi cincuenta años, temblando por un encuentro que ella ya había normalizado, ella mi salvaje doncella, mi joven potra, mi tierna jatica que tanto azoraba mi rutina diaria, ella daba normalidad a un romance que había sido capaz de convertir en terrena...