En las montañas
A poco de amanecer nuestra protagonista recibe la visita de un amante secreto. Y más tarde tiene un encuentro con una pareja que la invita a participar de sus juegos sexuales.
De cómo decidimos ir a la casa que tenía Pedro en la montaña, no tengo ni idea, esas cosas ocurren a veces, pero allí estaba con unos amigos pasando el fin de semana. Me había despertado pronto, hacía un día precioso, me levanté de la cama, abrí la ventana. Era un balcón pequeño y tenía medio cuerpo afuera. Veía las montañas cubiertas de nieve. Pensé: (todavía queda en estas fechas). La verdad es que no oí abrir la puerta de mi habitación, tenía que estar muy provocativa, con mi culo en primer plano.
...