Espinas en la playa (parte I)
Esencia de erotismo.
Pero que linda te ves con tu bolsita del Starbucks! ¿Qué me compraste corazón?
Mi compañero de trabajo me mira con menosprecio y desdén, y se pasa de largo sin saludar y sin responder como si realmente fuera una elegante doncella huyendo de un trúan de baja calaña que acaba de insultarla, alcanza su escritorio y con el sobrepeso de su voluminosa panza acomodada apenas entre los dos brazos de la silla estira sus manos aborregadas y saca dos prominentes vasos de cartón y los acomoda en el centro del bur...