El Diario Sexual de James

Mi rabo no cabía en su culo

Tenía una cita con Khaled . Habíamos quedado en el gym para continuar con el boxeo. Molaba, molaba el boxeo y los tíos buenos que lo practicaban. ¡Joder! Hasta el más feo de todos, que lo era sobre todo gracias a las cicatrices de los combates, estaba bueno, muy bueno. Con cuerpos musculados, tatuajes, actitudes muy viriles, y en ocasiones, con cara de macho agresivo, mis nuevos compañeros de deporte me la p...

El Diario Sexual de James

La primera vez que hice cruising (Parte 4 de 4)

De repente su lengua comenzó a recorrerme la oreja izquierda de arriba abajo con mucha delicadeza. No se detuvo, no hasta alcanzar el lóbulo y mordisquearlo.

Me estremecí.

Su polla seguía entre mis nalgas , cerca de mi ano mojado por sus babas, dura, dura como una roca.

Su lengua volvió a repasarme la oreja con calma. Sus manos, fuertes y viriles, ahora me rodeaban la cintura....

El Diario Sexual de James

La primera vez que hice cruising (Parte 3 de 4)

¿Qué íbamos a hacer? ¿Cómo sería tocar una polla que no fuera la de mis colegas? ¿Quién era ese hombre del que nada sabía?

Sentí miedo, miedo y nervios. Nunca había estado con ninguno que no fuera Rober o Cris . Nunca había metido mi polla en otra boca que no fuera la de ellos o la de Lara y sus amigas. Nunca me había besado con ningún hombre, nunca me habían penetrado. Y su edad, su edad me asus...

El Diario Sexual de James

Mi primera vez haciendo cruising (Parte 2 de 4)

— No mires, James. ¡No mires!—me repetí una y otra vez impedido para retirar la mirada de su paquete.

¡Joder! El árabe estaba recién salido del agua. Su bulto, indicando una polla en reposo, dejaba entrever que estaba circuncidado, o eso me parecía, o eso quería ver. No lo sé. Pero estaba seguro de estar viendo su cabezón a través del bóxers de licra mojado.

Entonces se detuvo a pocos centíme...

El Diario Sexual de James

Mi primera vez haciendo cruising

La primera vez que hice cruising desconocía que lo estaba haciendo. Ni siquiera sabía que existiera tal práctica. Me quedaban unas semanas para empezar las vacaciones cuando me fui a pasar un día de playa con la familia. Día soleado, mar en calma, y gente semidesnuda tostándose al sol. No sé si solo me pasará a mi, pero los días de playa me ponen especialmente cachondo.

Decidí ir a dar una vuelta a la playa de al lado, una pequeña cala rocosa con poca gente. Me apetecía probar el nudismo, sentir el...