Papá y los mirones

El último día de vacaciones con papá en la playa fue muy especial.

Papá ha elegido hoy un lugar distinto en la playa nudista. Es nuestro último día de vacaciones y mi progenitor quiere que sea una jornada especial. El sitio está algo apartado, entre dunas y con una frondosa vegetación detrás. Hacia el frente únicamente se ve la arena dorada y el azul del mar que se funde con el del cielo como si fuera uno solo. Sin duda, mi padre ha acertado con la elección: parece una zona paradisíaca.

Es evidente que mi papá aún no se ha acostumbrado a verme desnuda después de...

Comprando el silencio del cura

A lo que tiene que recurrir una joven para comprar el silencio de un cura.

Aquel sábado noche aproveché que mis padres estaban en la casa de la sierra y que me habían dejado sola en la vivienda de la ciudad para salir de fiesta con unas amigas. Yo era una adolescente a punto de cumplir los diecisiete años y mis progenitores me ponían como hora tope de regreso a casa la 1.00 de la madrugada. Si no respetaba esa hora, me castigaban durante una semana sin móvil y sin paga. Pero aquel día de primavera tenía vía libre para llegar a la hora que me diese la gana ante la ausencia de mis p...

Crónica de un incesto (11 y final)

Sandro y su madre van a una playa nudista y allí todo sucede tal y como ella lo tenía planeado.

En silencio Sandro terminó de aplicarme la crema en las tetas, en el torso y en el vientre. Con cada movimiento de sus brazos y manos, su cintura también se movía y esto hacía que su empalmada polla se deslizara unas veces por mi muslo, otras por mi estómago y mi ombligo. Yo ansiaba que acabase de una vez con ese “castigo” al que me estaba sometiendo y que me penetrase ya, que me metiese hasta el fondo aquella verga enorme e hinchada que blandía ante mí. Necesitaba sentirla dentro, notar su empuje y toda su...

Crónica de un incesto (10)

Sandro descubre en la playa que la lectora tan especial de sus relatos eróticos es su propia madre.

Después de la primera jornada en la playa, Sandro y yo dimos un paseo por las calles de la localidad. Era ya bien entrada la tarde y nos dedicamos a visitar el casco histórico y algún que otro monumento interesante, además de hacer algunas pequeñas compras. Al caer la noche, cenamos tranquilamente en una terraza al aire libre, disfrutando de la excelente temperatura. La cena transcurrió en animada charla y entre las continuas miradas de mi hijo hacia el escote del fino vestido estampado que yo lucía y bajo...

Crónica de un incesto (9)

Sandro y su madre comienzan a pasar el fin de semana en la playa. Arena, sol, mar, topless...

Un poco antes de llegar al descampado, recibí un mensaje de mi hijo, en el que me decía que iría a cenar él solo a la hamburguesería, puesto que Joaquín se había marchado justo después de irme yo. La parte del trabajo que les había quedado por hacer se la habían repartido para terminarla cada uno por su cuenta y después ya lo juntarían todo y entregarían dicho trabajo. Le respondí diciéndole que disfrutase de la cena y que se olvidase por unas horas de los estudios.

Luego accedí, por fin, al descamp...

Morboso san valentín

Las rosas por San Valentín ya están muy vistas y resultan empalagosas. Mi novio me hizo un regalo mucho más especial y morboso.

Mi novio es un completo desastre. Por todos lados se hablaba ayer del día de San Valentín pero él, centrado en ese nuevo trabajo y en ese proyecto que le absorbe últimamente montones de horas, ni siquiera se acordó de felicitarme. Ya ni hablar, por tanto, de hacerme un regalo.

Sin embargo, creo que se lo perdonaré. Esta mañana, muy temprano, antes de irme a las clases de la Universidad, llamó un mensajero a la puerta del apartamento que alquilé a principios de curso. Me sacó prácticamente de la du...

Crónica de un incesto (8)

La madre se Sandro se entera de que durante la madrugada, después de la fiesta de cumpleaños de su amiga Priscila, ha ocurrido algo entre ésta y el propio Sandro. ¿Qué será?

Tanto Priscila como Sandro y yo nos levantamos tarde la mañana del domingo. Recuerdo que, al abrir los ojos, me llegó el olor a café que invadía la casa. Mi amiga ya no estaba en la cama e imaginé que era ella la que preparaba el desayuno.

Me dispuse, por tanto, a salir de la cama y fue entonces, al ir a vestirme, cuando caí en la cuenta de que no tenía otra ropa que ponerme que el disfraz de enfermera de la noche anterior. Mis bragas estaban sucias y malolientes después de todo el trajín de la fies...

Te ansío

Sin tu pasión, sin tu ardor, sin sexo......Te ansío.

Te ansío, aunque tú no quieras verlo,

aunque sumergida en tu nuevo mundo,

ya no desees comprenderlo.

Te ansío, mas tu miras a otro lado

embaucada por no sé qué sueños,

como si en la vida existiese

algo más importante que esto.

Que esto que sale de mi alma,

desgarrada por tus crueles silencios;

de lo que brota de mi boca

y que no oyen tus oídos necios.

¿Dónde quedan esas miradas tuyas,

ardientes como el fuego?

...

En la cama de los padres de sam

Un escritor siempre debe complacer las peticiones de sus lectoras.

  • Me encantan tus relatos. Ojalá algún día pudieras dedicarme uno.

Ése fue el mensaje que recibí hace un par de días de parte de una lectora. Siempre me alegro cuando, quienes leen mis textos, valoran mi trabajo y me dejan algún comentario para hacérmelo saber. En agradecimiento, le respondí a la chica y le pregunté si se refería a nombrarla en un futuro relato o a que apareciera como un personaje.

  • ¿Eso quiere decir que me harás esa dedicatoria? ¡Gracias! Si no es mucho pedir, preferiría que fue...

Asómate

¿Qué te cuesta hacer feliz a un pobre inválido?

Asómate y deja que el viento

levante con sus livianas ráfagas

cada uno de los zaínos hilos

de tu largo cabello.

Asómate y vuelve a permitir

que el sol roce

con la tibieza de sus rayos

tus negras pestañas de terciopelo.

Asómate y detente en la terraza,

aunque de celos se muera el cielo

y en maquiavélica venganza

torne en gris el añil de su velo.

Asómate y consiente de nuevo

que la fresca brisa matutina

...